Las croquetas son un gran invento culinario, además de estar deliciosas nos permiten reciclar las sobras de carne o pescado que se nos hayan quedado de un asado, un guiso o un buen cocido. En esta ocasión vamos a hacerlas de pollo que me ha sobrado de un buen cocido, lo que ha añade un extra de sabor en la carne.
La receta es bastante sencilla, pues una vez lograda al bechamel solo hay que darles forma y ponerlas a freir. Eso si, posiblemente las croquetas no son una receta muy popular por lo enormemente laborioso que es el proceso. Pero si sigues mis instrucciones paso a paso tendrás unas croquetas muy jugosas y sabrosas con las que dejarás a todos encantados.
El primer paso es lograr el ingrediente que le aportará todo el sabor, como comenté yo las hice con unos restos de pollo que me sobró del cocido, si no tienes esas sobras y te apetece cocinar estas sabrosas croquetas caseras tendrás que cocer unos trozos de pollo antes de poder empezar.
Detalles
4 personas
3 horas
20 minutos
310kcal
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Ingredientes
300 gr. de pollo previamente cocinado
1 cebolla
Ajo
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Nuez moscada
1 litro de leche
100 gr. de harina
100 gr. de mantequilla
3 huevos
Harina
Pan rallado
Instruciones
- Troceamos o desmenuzamos el pollo en trocitos lo suficientemente pequeños para que luego no nos molesten a la hora de amasar las croquetas.
- Ponemos un chorro de aceite de oliva virgen extra en una sartén y añadimos el ajo picado a fuego lento. Picamos la cebolla en trozos pequeños y los añadimos a la sartén. Dejamos que se poche hasta que esté transparente.
- Cuando la cebolla esté pochada añadimos los trozos de pollo, añadimos sal al gusto, y dejamos que se mezclen los sabores durante 5 minutos a fuego lento removiendo de vez en cuando. Cuando esté listo reserva.
- Ahora vamos a preparar el roux (la mezcla de harina y mantequilla): En la sartén donde hemos preparado el pollo, ponemos la mantequilla junto con un pequeño chorro de aceite de oliva (no es imprescindible pero a mi me gusta el sabor que le aporta el aceite). Dejamos que se derrita lentamente.
- En un cazo ponemos el litro de leche a calentar, es necesario que esté caliente para poder incorporarlo al roux.
- Con la mantequilla derretida añadimos la harina y mezclamos bien, hasta que adquiera un color tostado.
- A continuación incorporamos la leche sin dejar de remover para que no se formen grumos. Un buen truco es incorporar un vaso primero y luego el resto de la leche. Añade nuez moscada y sal. Sigue removiendo hasta que se forme una pasta homogénea y con buena consistencia (necesaria para poder darle forma luego). Tardará unos 20 o 25 minutos en estar lista.
- Incorpora el pollo que habíamos reservado en el paso 3 y mezcla bien. Vierte la masa en un recipiente adecuado para poner a enfriar en la nevera y cúbrelo con un film transparente (esto evitará que la capa más superficial no genere una costra que luego nos impediría amasar). Deja que enfríe y mételo en na nevera durante, al menos, 4 horas.
- Una vez tengamos lista nuestra masa para darle forma, batiremos los huevos, pondremos en otro plato la harina y en otro pan rallado para hacer nuestra pequeña cadena de montaje de croquetas.
- Con una cuchara iremos tomando pequeñas porciones de la masa y le daremos forma, puedes hacerlo con dos cucharas o con tus propias manos. Te recomiendo darle forma a todas las croquetas y reservarlas en otro plato para luego ir pasando por los rebozados.
- Una vez tengan la forma adecuada rebozaremos en la harina (sed cuidadosos con este paso, una capa demasiado gruesa va a modificar el sabor de vuestras croquetas). Tras la harina rebozaremos en huevo y luego al ultimo rebozado con pan rallado.
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